martes, 29 de mayo de 2007

Cuando nos acercamos al estudio de la civilización egipcia es casi imposible no asombrarse ante la maravilla de sus logros arquitectónicos y artísticos. Quizás recién con posterioridad nos hemos asombrado al conocer su historia llena de avatares políticos, con épocas de esplendor y crisis económicas, invasiones extranjeras, guerras, cambios religiosos. Pero llama de manera particular nuestro interés el largo período histórico en que se sucedieron los acontecimientos: en resumen 3.000 años aproximadamente en que una sociedad se desarrolló manteniendo sus rasgos más distintivos.
Egipto tiene una combinación única de características geográficas, situada en África nordoriental y confinada por Libia, Sudán, el mar Rojo y el mar Mediterráneo. El Nilo fue la clave para el éxito de la civilización egipcia: el légamo fértil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las inundaciones anuales significó para los egipcios el practicar una forma de agricultura menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la población para dedicar más tiempo y recursos al desarrollo cultural, tecnológico y artístico.

La vida se ordenaba entorno al desarrollo de un sistema de escritura y de una literatura independientes, así como en un cuidado control estatal sobre los recursos naturales y humanos, caracterizado sobre todo de la irrigación del fértil valle del Nilo y la explotación minera del valle y de las regiones desérticas circundantes, la organización de proyectos colectivos, el comercio con las regiones vecinas de África del este y central y con las del mediterráneo oriental y finalmente, por empresas militares que mantuvieron una hegemonía imperial y la dominación territorial de civilizaciones vecinas en diversos períodos. La motivación y la organización de estas actividades dependía de una élite sociopolítica y económica que alcanzó consenso social por medio de un sistema basado en creencias religiosas, bajo la dirección de una figura real semi-divina (generalmente masculina) perteneciente a una sucesión de dinastías enlazadas.


Fluyendo miles de kilómetros entre pantanos ecuatoriales matorrales y desiertos, el Nilo enorme franja de fertilidad, dio origen a una de las más grandes civilizaciones del mundo sustentando a sus descendientes.
Aunque los antiguos egipcios lo consideraban exclusivamente suyo, no fueron el único pueblo tocado por sus aguas, la cinta del agua discurre a lo largo de 6.670 Km. desde el África central hasta el mar Mediterráneo.

1 comentario:

Dani dijo...

podrian anexar mas paginas relacionadas con la cultura egipcia
=)